El Gobierno de Estados Unidos ha descartado discutir con las autoridades iraquíes una posible retirada de las tropas norteamericanas, horas después de que el primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, solicitase la apertura de "mecanismos" para el repliegue militar.
La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Morgan Ortagus, ha subrayado en un comunicado que "Estados Unidos es una fuerza del bien en Oriente Próximo". Así, ha circunscrito la presencia en Irak dentro de la necesidad de combatir a grupos terroristas como Estado Islámico y de garantizar la protección de Estados Unidos, Irak y los socios de la coalición internacional.
"En este momento, cualquier delegación enviada a Irak se dedicaría a discutir cómo podemos comprometernos mejor con nuestra alianza estratégica; no la retirada de tropas, sino la posición correcta y adecuada de nuestras fuerzas en Oriente Próximo", ha añadido Ortagus.
El Departamento de Estado recibe este viernes a una delegación de la OTAN con la que el Gobierno de Donald Trump quiere examinar un "aumento del papel" de la Alianza Atlántica en Irak. El mandatario estadounidense no ha ocultado que quiere "compartir el peso" de los "esfuerzos de defensa colectivos.
Ortagus también ha admitido que Washington tiene una conversación pendiente con Bagdad, "no solo en materia de seguridad", sino también sobre la cooperación bilateral en materia económica y diplomática. "Queremos ser un amigo y un aliado de un Irak soberano, próspero y estable", ha agregado.
La aclaración de Washington llega tras una conversación telefónica entre el primer ministro de Irak y el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la que ambos hablaron de la escalada de tensiones tras la muerte del general Qasem Soleimani en un bombardeo norteamericano en Bagdad y el doble ataque iraní contra bases con presencia militar estadounidense en Irak.
Abdul Mahdi dejó claro a Pompeo el rechazo de Bagdad a "todas las operaciones que violen su soberanía", incluidos los ataques llevados a cabo por Irán, y le trasladó que Irak está haciendo esfuerzos para evitar "convertirse en campo de batalla".
En el curso de la conversación, según informa la cadena iraquí Al Sumaria, el primer ministro pidió a Pompeo el envío de delegados a Irak con vistas a poner en marcha mecanismos para cumplir con la resolución aprobada por el Parlamento iraquí que exige la retirada de las tropas estadounidenses.